A propósito de esta magna celebración, quiero compartir un texto que, sobre ECO-COSMÉTICA escribí hace 4 años para la revista Estampas del diario El Universal... Espero les guste.
COSMÉTICA con conciencia
Cuidar la salud del planeta y demostrar que también se han sumado a la preocupación por el medioambiente y el desarrollo sostenible, es el compromiso de algunas firmas de belleza cuyos productos llevan el sello de ecológicos. Por Carolina Quintero
Seguramente usted ha sido una de las tantas personas que se ha preguntado con preocupación de dónde vienen los ingredientes que contienen los productos de belleza. O, quizás, impulsada por el deseo de no querer aplicar sobre su piel algún producto químico, ha decidido preparar sus cremas en la cocina de su casa... aunque sólo le duren una semana. Si es así, despreocúpese. Algunas casas de cosméticos han decidido concentrarse en la elaboración de productos orgánicos, biológicos o ecológicos (términos que varían según el país en que se empleen), cuya filosofía va más allá de batir una clara de huevo.
En esa onda de querer preservar la naturaleza y respetar el medio ambiente -en auge últimamente y que comenzó en el sector de la alimentación- se ha generado una industria con conciencia ecológica, en total crecimiento. Se trata de cosméticos ecológicos certificados; es decir, procesados sin abonos, fertilizantes ni pesticidas químicos, sin que esto altere o comprometa su estética o su eficacia.
La eco-cosmética está conformada, pues, por aquellos productos obtenidos de la agricultura orgánica que, además de ofrecer productos de fórmulas fiables, sostenibles, de calidad excepcional y auténticas, intenta reducir o eliminar aquellas prácticas que puedan dañar el suelo, comprometer la calidad del agua, del aire o acabar con los recursos naturales no renovables.
Compromiso verde
No obstante, para darles el crédito de cosmética "orgánica" se les exige una normativa, por demás estricta. Cabe destacar, la principal, que 99 por ciento de los principios activos de los ingredientes debe ser de origen natural o vegetal y de cultivos biológicos o ecológicos; lo que podría considerarse algo imposible, porque el agua es el principal ingrediente en la mayoría de las fórmulas de éstos y ésta no es orgánica; sin embargo, ese es el compromiso. Otras exigencias son: que ninguna materia prima se encuentre en peligro ecológico; que ningún activo derive de la industria petroquímica y que ningún ingrediente cosmético sea de origen animal como tampoco probado en animales.
No obstante, para darles el crédito de cosmética "orgánica" se les exige una normativa, por demás estricta. Cabe destacar, la principal, que 99 por ciento de los principios activos de los ingredientes debe ser de origen natural o vegetal y de cultivos biológicos o ecológicos; lo que podría considerarse algo imposible, porque el agua es el principal ingrediente en la mayoría de las fórmulas de éstos y ésta no es orgánica; sin embargo, ese es el compromiso. Otras exigencias son: que ninguna materia prima se encuentre en peligro ecológico; que ningún activo derive de la industria petroquímica y que ningún ingrediente cosmético sea de origen animal como tampoco probado en animales.
Además, todos los productos han de estar regulados o certificados por organismos de control, cuyo fin es garantizar que el origen botánico, los procedimientos para su cultivo, las condiciones de extracción y las formas de envasado y almacenamiento, influyan de forma decisiva en la calidad del producto y en su eficacia. En resumen, el objetivo es velar por el respeto hacia el medio ambiente durante toda la cadena de producción y la calidad biológica de la fórmula.
Entre los organismos más importantes del mundo destaca la USDA, United States Department of Agricultura (departamento de agricultura) de Estados Unidos, que vigila que en cosmética se cumplan las mismas regulaciones que en los alimentos y la agricultura.
En Europa se encuentra Ecocert, organismo presente en cincuenta países y con un aval de 80 mil productos certificados. Este define, mediante el sistema de referencias de los Cosméticos Naturales y Orgánicos, un nivel de exigencia superior al de la reglamentación convencional. La Oil Association Organic Standard, del Reino Unido, que también autentica cosméticos y alimentos, siempre que no tengan más de un cinco por ciento de ingredientes no orgánicos. Otras, que igualmente aprueban los criterios de calidad y autenticidad ecológica de estos productos son la BDIH, Federación de Empresas Industriales y Comerciales Farmacéuticas, de productos dietéticos, complementos alimenticios y cosméticos, con sede en Alemania, y, en Francia, uno de los más recientes, Cosmebio Bio-Eco. Este fue creado en 2002 y hoy agrupa 140 miembros con cerca de mil productos certificados. Su carta dio origen a un pliego de condiciones muy exigente, que define, de manera estricta, transparente y sin ambigüedad, el "cosmético ecológico y biológico" y permite guiar al consumidor hacia auténticos productos naturales y ecológicos.
¿Cuáles son esos ingredientes orgánicos?
Básicamente, son derivados de la agricultura ecológica, libre de conservantes, sin ningún tipo de colorantes u aroma artificial y sin sustancias derivadas de la industria petroquímica, como el petrolato, o el prolpilen glicol, un agente hidratante, el parabens, un preservante común o el flalatos, un fijador, plastificante y solvente que, en la cosmética convencional, ayuda a que las fragancias tengan mayor duración.
En cuanto a los activos orgánicos, por ejemplo, se utilizan extractos y aceites vegetales, como el aloe vera, el de algas, el aceite de jojoba, aceite de semillas de lino, de almendras y la nuez de karité. Igualmente, los de flores y frutos, como el aceite de coco, fresas, parchita; hojas, raíces, granos y muchos más. Todos estos tienen poderes nutritivos que fortalecen y vitalizan, tanto la piel como el cabello, a la vez que brindan cuidado y protección.
Básicamente, son derivados de la agricultura ecológica, libre de conservantes, sin ningún tipo de colorantes u aroma artificial y sin sustancias derivadas de la industria petroquímica, como el petrolato, o el prolpilen glicol, un agente hidratante, el parabens, un preservante común o el flalatos, un fijador, plastificante y solvente que, en la cosmética convencional, ayuda a que las fragancias tengan mayor duración.
En cuanto a los activos orgánicos, por ejemplo, se utilizan extractos y aceites vegetales, como el aloe vera, el de algas, el aceite de jojoba, aceite de semillas de lino, de almendras y la nuez de karité. Igualmente, los de flores y frutos, como el aceite de coco, fresas, parchita; hojas, raíces, granos y muchos más. Todos estos tienen poderes nutritivos que fortalecen y vitalizan, tanto la piel como el cabello, a la vez que brindan cuidado y protección.
Algunas firmas también se comprometen a supervisar y cuidar que las cualidades de las materias primas se mantengan intactas durante todo el proceso de transporte, manipulado y envasado.
De naturaleza certificada
Entre las firmas que destacan en la producción y comercialización de estos productos de belleza, están los laboratorios farmacéuticos Weleda, que nacen en 1921, en Suiza. Esta firma ofrece una amplia gama de productos de la medicina tradicional y la homeopatía, formulados a partir de ingredientes auténticamente naturales, procedentes de cultivos ecológicos, biodinámicos y de recolección silvestre controlada. No tienen conservantes, colorantes, perfumes sintéticos, ni sustancias provenientes de animales muertos, así como tampoco son probados en animales. Están certificados por el aval alemán, BDIH.
Entre las firmas que destacan en la producción y comercialización de estos productos de belleza, están los laboratorios farmacéuticos Weleda, que nacen en 1921, en Suiza. Esta firma ofrece una amplia gama de productos de la medicina tradicional y la homeopatía, formulados a partir de ingredientes auténticamente naturales, procedentes de cultivos ecológicos, biodinámicos y de recolección silvestre controlada. No tienen conservantes, colorantes, perfumes sintéticos, ni sustancias provenientes de animales muertos, así como tampoco son probados en animales. Están certificados por el aval alemán, BDIH.
Patyka es una marca de origen húngaro, creada en 1922, con una gama de productos cosméticos y perfumes a base de extractos de plantas biológicas que garantizan una cosmética de gran pureza que respeta totalmente la piel. No utiliza ningún ingrediente agresivo en sus formulaciones y tienen el aval biológico francés Ecocert.
Sanoflore, nacida en el seno de la Provenza francesa, cultiva, desde 1972, más de 500 especies distintas de plantas medicinales para crear cosméticos y productos de aromaterapia. Todos están formulados con 99% de ingredientes bio, en los que se utilizan aceites esenciales y materias primas de origen vegetal. Además, todos sus productos han sido certificados por Ecocert y etiquetados como orgánicos. Fue adquirida por el grupo L'Oréal para formar parte de su división de Cosmética Activa.
Aveda estudia el impacto medioambiental de sus productos y está comprometida con una política de ingredientes verdes. El 90% de los aceites esenciales de sus productos son orgánicos. Además, la compañía colabora con el EPEA, Instituto de Investigación Medioambiental, con sede en Alemania, y dirigido por Michael Braungart, conocido a nivel mundial por su compromiso con el medio ambiente.
Aveda estudia el impacto medioambiental de sus productos y está comprometida con una política de ingredientes verdes. El 90% de los aceites esenciales de sus productos son orgánicos. Además, la compañía colabora con el EPEA, Instituto de Investigación Medioambiental, con sede en Alemania, y dirigido por Michael Braungart, conocido a nivel mundial por su compromiso con el medio ambiente.
Origins Organics, de Origins, consta de nueve productos básicos para el rostro, cuerpo y cabello, que llevan el sello de la autenticidad ecológica USDA. Entre sus ingredientes se encuentran emulsionantes como la lecitina de soja, espesantes como el almidón de maíz o la cera de abeja. No incluyen ni colorantes ni perfumes.
De marca
La conciencia por la ecología también es una práctica que han hecho suyos algunos diseñadores de reconocido prestigio. Tal es el caso de Stella McCartney, quien ha creado Care, una línea de cosmética facial, formulada a partir de activos 100% bio, y en la que concilia el lujo con un estilo de vida ecológico, natural y sano, acorde a su filosofía personal, sus principios vegetarianos y su compromiso con el medio ambiente. Con Care, la diseñadora desafía las leyes de la cosmética tradicional y, como tal, ella se pregunta: ¿por qué estamos más atentos a lo que introducimos a nuestro organismo que a lo que aplicamos sobre nuestro cuerpo, cuando la piel es nuestro órgano más grande? Esta inquietud, le surgió al quedar embarazada de su primer hijo y, tras pensar, que jamás aplicaría sobre una piel tan delicada y desprotegida como la de su bebé o, sobre la suya propia, algún producto químico, se propuso desarrollar la línea conjuntamente con la firma YSL Beauty. Sus fórmulas tienen vitaminas, antioxidantes, oligoelementos y otros compuestos esenciales, como los aminoácidos y los ácidos grasos, derivados de la agricultura biológica y que ayudan a mantener las funciones vitales de la piel.
La conciencia por la ecología también es una práctica que han hecho suyos algunos diseñadores de reconocido prestigio. Tal es el caso de Stella McCartney, quien ha creado Care, una línea de cosmética facial, formulada a partir de activos 100% bio, y en la que concilia el lujo con un estilo de vida ecológico, natural y sano, acorde a su filosofía personal, sus principios vegetarianos y su compromiso con el medio ambiente. Con Care, la diseñadora desafía las leyes de la cosmética tradicional y, como tal, ella se pregunta: ¿por qué estamos más atentos a lo que introducimos a nuestro organismo que a lo que aplicamos sobre nuestro cuerpo, cuando la piel es nuestro órgano más grande? Esta inquietud, le surgió al quedar embarazada de su primer hijo y, tras pensar, que jamás aplicaría sobre una piel tan delicada y desprotegida como la de su bebé o, sobre la suya propia, algún producto químico, se propuso desarrollar la línea conjuntamente con la firma YSL Beauty. Sus fórmulas tienen vitaminas, antioxidantes, oligoelementos y otros compuestos esenciales, como los aminoácidos y los ácidos grasos, derivados de la agricultura biológica y que ayudan a mantener las funciones vitales de la piel.
hola! está muy chévere esta nota. Sería mejor aún si en Venezuela contáramos con opciones numerosas con iniciativa verde
ResponderBorrarHola...gracias muy amable... sería ideal pero no las hay, Weleda, es una, la de la hija de Paul McCartney, Stella, es otra...y no sé si L´Occitane, que es francesa cuenta con ese sello... saludos
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