jueves, 14 de noviembre de 2013

PIEL

¿Poros abiertos? Consigue una piel lisa y uniforme

Acostarse con restos de maquillaje, exponerse al sol sin la debida protección, apretarse un granito, aplicar aceites para humectar la piel, fumar, y tener una mala alimentación, entre otros, son malos hábitos que a la larga dan como resultado que los poros se atasquen y, en consecuencia, se abran. Pero lo malo no es eso, es que una vez abiertos, más nunca vuelven a cerrarse.
Un poro abierto o dilatado es como una arruga o una estría. Una cicatriz que difícilmente puede eliminarse; un problema que puede evitarse si a tiempo se toman los correctivos necesarios.

Se conoce como complejo pilosebáceo a la estructura de anexo cutáneo que comprende la glándula sebácea unida a un folículo piloso, conjuntamente con la glándula sudorípara. 
Los poros son el conducto de salida de la grasa, el vello y el sudor que produce el organismo. Aunque su tamaño está determinado por la herencia genética y la condición de la piel de cada persona, las afecciones que éstos sufren también incrementan su diámetro. Lo curioso es que siendo unos orificios tan minúsculos sean capaces de crear un caos facial cuando estos se obstruyen.

¿Pero por qué se tapan, si su función es drenar sudor y la grasa necesaria para formar el manto ácido que requiere la piel para su protección? Fundamentalmente por dos razones. La primera, se debe a cuando las glándulas sebáceas comienzan a segregar en forma desordenada una cantidad exagerada de sebo. Imaginemos una autopista. Si es de tres canales, y dos están cerrados, por el que queda libre, el tránsito vehicular se hace tan lento que se produce un embotellamiento. Así pasa dentro del canal del poro. Al acumularse las impurezas y las células muertas, se impide el flujo normal de sebo y sudor. En consecuencia la pared del poro cede, se ensancha, crece en su diámetro, para dar capacidad al sucio que se acumula.
Las personas que tienen la piel grasa son las más propensas a tener problemas debido a los granos, espinillas y puntos negros que se forman en el poro obstruido. Sucede igual con quienes sufren de acné, que sí es una enfermedad producida por una inflamación crónica de las glándulas sebáceas. Las pieles maduras también se ven afectadas. A medida que pasan los años se rompe la estructura de colágeno en la pared del poro y produce pérdida de la elasticidad en la piel.
La otra razón, es porque sencillamente no se cumple con una rutina de limpieza diaria con los productos adecuados. Insólito, pero cierto. Si a esto se suma: sol, humedad, calor, contaminación, y hasta estrés, el problema se convierte en pesadilla.

QUÉ HACER
Ya sea por el exceso de grasa, el envejecimiento, o las agresiones ambientales, los poros dilatados son algo más que una preocupación en el espejo. Para comenzar, la superficie de la piel es irregular, lo que dificulta la aplicación de cosméticos en forma pareja y la permanencia de los mismos.
La situación empeora durante el transcurso del día, cuando la producción de grasa, en la superficie de la piel, imparte un brillo indeseable que sólo acentúa la apariencia de los poros abiertos o dilatados, esto en el caso de las pieles grasas. Un panorama totalmente desfavorecedor para cualquier persona, a cualquier edad. Por ello, el mejor consejo es mantener disciplina y constancia con la limpieza diaria. Es primordial.

Se deben usar productos noabrasivos, no irritantes, de pH similar al de la piel (5,5). Los pasos a seguir: desmaquillante, limpiadora, tónico y humectante. Según el tipo de piel, y la textura del producto (cremas-gel-leches) estos cosméticos siempre van a ayudar a desincrustar los poros y a mantener la hidratación adecuada. Dependiendo de la necesidad de cada piel, se recomiendan las mascarillas y las exfoliantes.

Estas son especiales para remover y retirar impurezas y células muertas que se acumulan en los poros. Algunas causan un efecto astringente, que cierra el poro y brindan efecto mate.
En cuanto a los productos antienvejecimiento, las firmas de belleza ofrecen cosméticos con ingredientes de avanzada (Retin-A y alfahidróxidos) que refinan y minimizan los poros, mejorando así la textura de la piel.

En cuanto al maquillaje, la recomendación dermatológica va por prescindir de él casi por completo; pero no cabe duda que ninguna mujer salga con la cara lavada. La mejor selección es usar cosméticos indicados para pieles grasas; preferiblemente de textura en polvo, que al aplicarlos no tupan los poros.

No está de más la recomendación de tomar mucha agua y seguir una dieta sana, con menos grasa, que disminuya la secreción de aceites a través de los poros, aun cuando se ha demostrado que no es un asunto de alimentos, sino de desarreglo hormonal, lo que acelera o incrementa la producción de sebo.

Por último, no se debe pellizcar o apretar las espinillas y granitos sin ayuda profesional: las paredes del poro pierden elasticidad y quedan distendidas para siempre.

EN CONSULTA
Otras alternativas, altamente efectivas, que también ayudan a refinar los poros son los peelings o tratamientos con ácidos de frutas y/o láser de remodelación que ofrecen los centros de estética especializados o dermatólogos.
El Dr. Victor Ollarves, médico cirujano especialista en medicina fotónica de UNIMEL, Unidad Médico Estética Láser, afirma que ahora existen numerosos tratamientos que contribuyen a disminuir los poros, con resultados ligeramente aceptables y con gran efecto preventivo: tratamientos tópicos, limpiezas, uso de corrientes galvánicas, protección solar, radiofrecuencia, etc.
El más reciente es una nueva terapia láser para reducir los poros abiertos, con un nuevo protocolo llamado Spectra Peel. En éste se utiliza el láser Nd YAG con pulsos en micro-segundos y en nano-seguntos.
En el tratamiento se aplica primero una solución de carbón sobre la piel de 15 a 20 minutos aproximadamente, ésta penetra en los poros dilatados y luego se aplica el láser. En un primer paso se emiten pulsos de microsegundos, lo cual produce una reacción térmica y el calor producido dentro del poro lo disminuye de manera inmediata. Después se aplica el láser con pulsos de nanosegundos y se obtiene una reacción fotoacústica.
Este tratamiento limpia cualquier impureza dentro del poro y a su vez promueve una cascada de inflamación que estimula la producción de colágeno. La solución de carbón, al teñir la piel de negro, capta los que están mayormente dilatados y así el láser ND YAG es absorbido por su gran afinidad al color negro.
Ollarves señala que los resultados son excelentes en la reducción del tamaño de los poros, en la lozanía del rostro y la calidad de la piel.
Se requieren de tres a cinco sesiones realizadas cada 15 días y los cambios son palpables desde la primera sesión. Este protocolo también es usado para mejorar el acné activo.

UNIMEL. Unidad Médico Estético Láser. Telfo: (0212) 979-02.75 / 975-11.48 www.unimel.com.ve / Twiter: @unimelvenezuela

Fuente: Blue Marketing Solutions

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