PIEL
Sueño reparador a través de la Medicina Antienvejecimiento
Dormir
es una necesidad fisiológica que el cuerpo necesita para funcionar
adecuadamente.
Durante esas horas, ocurren cambios en la actividad cerebral,
respiración, ritmo cardiaco y en movimientos musculares. Se libera la hormona
del crecimiento, clave para la longevidad.
El
sueño tiene varias etapas y cada ciclo va de 90 a 110 minutos. El primero, es
un sueño ligero en el que la persona se despierta por cualquier eventualidad. Durante
esta fase muchas personas experimentan contracciones musculares.
Luego
se entra en un sueño profundo, en el que no hay movimiento ocular o actividad
muscular y las ondas cerebrales son más lentas. En esta etapa es muy difícil
despertar a una persona.
Finalmente
se entra en un periodo REM, en el que la respiración se vuelve más irregular,
el movimiento de los ojos es más rápido y las ondas cerebrales aumentan como si
se estuviera despierto; es en este intervalo en el que soñamos. Si se despierta
a una persona en esta etapa es más factible que recuerde lo que estaba soñando.
En condiciones normales se entra en periodo Rem de tres a cinco veces durante
la noche.
Para
poder llevar una vida sana, con el mejor estado físico durante el día, es
necesario tener un sueño tranquilo y completo.
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Se debe dormir, y despertar, a la misma hora, respetando el ritmo circadiano,
que no es más que el reloj biológico que regula las funciones fisiológicas para
que sigan un ciclo regular que se repita cada 24 horas.
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Se recomienda intentar dormir boca arriba con los brazos a los lados, pues es
la mejor posición para la columna vertebral y el cuello.
La Medicina Antienvejecimiento, o antiage, recomienda combinar tratamientos que permitan
conciliar un sueño reparador; entre ellos:
Desintoxicación iónica: tratamiento médico para depurar las toxinas
acumuladas en el cuerpo que propicia la relajación, sueño profundo, reducción
del dolor, alivio de tensión, entre otros.
Masaje antiestrés: unifica, coordina, e integra cuerpo y mente
estimulando nervios y músculos, lo que disminuye la ansiedad, activa la
circulación sanguínea y linfática.
Sueros con Oligoelementos: restablece, regula y equilibra las funciones
metabólicas bloqueadas.
Neuroterapias: Ayudan a equilibrar el funcionamiento del sistema
nervioso periférico, regula los procesos inflamatorios dolorosos y mejora la
circulación local.
Explica
la Dra. Margarita Botero, médico cirujano especialista en medicina
antienvejecimiento del Centro Médico Antienvejecimiento "Lo ideal es
combinar las distintas técnicas, dependiendo de cada persona. Sin embargo, se
suele comenzar desintoxicando al paciente, lo que permite la liberación de
toxinas acumuladas en el organismo a través de los pies.
Luego, se realiza un
masaje anti-estrés, alternándolo con sesiones con sueros y oligoelementos que
ayudan a mejorar el estrés y promover un descanso por las horas adecuadas. De
ser necesario, se puede utilizar neuroterapias. En caso del que paciente
presente algún dolor o ansiedad se indica nutraceuticos y terapias florales.
Con estas terapias el paciente se comienza a sentir mucho mejor desde la primera
sesión y tiene más horas de sueño, lo que genera mayor potencial para
trabajar"
Coordenadas. Centro Médico
Antienvejecimiento VRC. (0212) 993. 17.29 www.medicinantienvejecimiento.com / Twitter @doctorantivejez
Fuente:
Blue Marketing Solutions
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